Todos tenemos un pasado fruto de ese pasado esta suculenta receta salida
de los Fogones de Doña Anita una maestresa catalana con alma de payesa y que en
muchas ocasiones me invitaba a su mesa para regalarme este delicioso plato.
Doña Anita tenía en su jardín un pequeño huerto donde cultivaba todo tipo de
hortalizas, también una pequeña granja donde criaba palomas, gallinas y conejos
y faisanes. De ahí de esa forma de entender la vida que tienen los catalanes
este plato majestuoso.
Ingredientes: 1 conejo; 1/2 cebolla; 1 tomate pequeño; 1 pimiento rojo; 1
diente de ajo; 1 zanahoria ; 1 hoja de laurel; 1 ramita de tomillo; 1 toque de
pimienta negra; 1 vasito de vino blanco, 250 g de caracolillos, 150 g de guisantes y sal.
En una cazuela ponemos un chorro de aceite donde sellamos el conejo,
cuando comience a tener un color dorado lo sacamos y reservamos. En el mismo
aceite sofreímos el ajo, la cebolla, la zanahoria picada muy fina, el pimiento,
y el tomate.
Cuando esté conseguido el sofrito ponemos de nuevo en la cazuela
el conejo removemos.
Añadimos el vasito de vino blanco damos un golpe de
fuego fuerte para bajar a medio bajo. En cazuelas aparte hervimos los guisantes
y la pasta de los guisantes reservamos el agua. Una vez estén los guisantes, la
pasta y el conejo en su punto lo mezclamos todo en la cazuela del conejo y
dejamos que se haga todo junto durante cinco minutos, si fuese necesario le
vamos poniendo un chorrito del agua de cocer los guisantes.
El resultado del
plato tiene que ser el de un guiso untuoso, sin caldo, que se pueda comer con
tenedor. Acompañamos el plato con un vino tinto de la Sierra de Gata.
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