BERZAS GUISADAS
Las berzas es uno de esos platos a los que regreso cada año cuando nos
llegan los fríos del invierno. También en estos días lluviosos.
De niño, aparecían en alguno de los platos que mi madre nos llevaba a la
mesa. Las comíamos en cocidos, también se hacían con patatas, huesos y
costillas de la matanza. Es un plato de la cocina más humilde que, sobre todo en
Galicia, Asturias, Cantabria o Portugal, forma parte de alguno de los platos
más emblemáticos, como del Caldo Gallego,
del Pote Asturiano, del Caldo Verde, del Cocido Montañés, o de la famosa Berza Gitana.
En Extremadura, son famosos los Buches
con Berzas del recetario de muchos de los pueblos de las Tierras de Cáceres.
Así, los encontramos en Valencia de Alcántara, Arroyo de la Luz , Brozas… También se hacían
con tocino y chorizo bofero. Pero las berza, en su humildad, formaba parte de
la dieta de los animales domésticos de las familias campesinas. Las berzas
servían para que picoteasen las gallinas, para que las cabras golosas
encontrasen en sus anchas y verdes hojas el alimento necesario para llenar sus
ubres. También se cocían con patatas llegada la hora del engorde de la matanza.
En las huertas de la Ribera
del Marco, en Cáceres, aún podemos ver sus enormes y tersas hojas bajo la
escarcha. A uno de sus hortelanos, a Lorenzo, acudo para proveerme de esta col
que nos llegó de las costas de la
Bretaña francesa y que desde siglos está en nuestras mesas.
Ingredientes
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1 berza
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6 patatas pequeñas
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1 chorizo bofero
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1 punta de tocino añejo
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2 hilos de chorizo
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1trozo de costilla en adobo
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agua y sal.
Elaboración
Picamos la berza
en tiras y pasamos por un chorro de agua. Una vez picada y limpia la
introducimos en una cazuela con agua hirviendo y blanqueamos.
A continuación
la retiramos y en nueva agua comenzamos la cocción.
En cazuela
aparte introducimos los avíos de chorizo, tocino y costilla, y ponemos al
fuego. En media hora retiramos e introducimos estos ingredientes en la cazuela
de las berzas, donde finalizamos la cocción. Esto lo hacemos para que el plato
quede más ligero, sin que ello suponga renunciar a un plato lleno de
contundentes aromas y sabores.