CALDERETA DE COCHINILLO Y NÍSCALOS
Este es un plato poderoso,
contundente, que nos acerca a dehesas, a bosques de pinos, a naturaleza de
invierno. De la última temporada micológica he recuperado del congelador estos
níscalos. Del norte de Extremadura el pimentón y los cuernicabras ahumados que
acompañan el guiso. Un guiso donde el cochinillo o guarrito es la base
principal junto a los lactarius deliciosus.
Ingredientes. Dos kilos de cochinillo, un kilo de níscalos, dos
dientes de ajos, laurel, orégano, una cucharada de Pimentón de La Vera , pimientos secos, un
decilitro de aceite Gata-Hurdes y un vaso de vino de la Sierra de Gata.
Primero la limpieza de los níscalos
y aquí cada maestrillo tiene su librillo. Comenzamos la elaboración del plato con
el laminado de los preciados lactarius,
picamos ajo y ponemos en una cazuela un buen chorreón de aceite. Utilizamos Aceite
Virgen Extra Gata-Húrdes.
A este aceite en frío le ponemos
los ajos y una hoja de laurel. Cuando comienzan a dorarse los ajos introducimos
el cochinillo. Es el momento de añadir los níscalos. Ponemos a fuego medio el
guiso.
En este punto introducimos los cuernicabras
y el Pimentón de La Vera
y un pellizco de orégano. Añadimos un vaso de verdejo de la Sierra de Gata. El guiso ya está en marcha. Ahora
fuego lento.
Remover de vez en cuando con
suavidad y esperar una hora el resultado un plato espectacular y lleno de
sabores surgidos de las entrañas de la tierra.
Lo acompañamos con un tinto de
las Bodegas Carabal, de Alía, Rasgos 2006, elaborado a base de Cabernet, Syrah
y Tempranillo. Sin duda uno de los más apetitosos caldos de Ribera del Guadiana
que podemos encontrar en tienda por 9 euros.
Estamos, sin duda, en uno de los
mejores momentos de los vinos extremeños. Son muchas las referencias de gran
calidad que ahora mismo están en el mercado. Quizás, eso sí, con un problema
común a todas ellas, el precio, algún punto por encima de referencias similares
de otras denominaciones, algunas de gran prestigio.