domingo, 9 de diciembre de 2012


FLAN DE ROMERO


El flan es una creación culinaria que nos viene acompañando desde los orígenes de nuestra cultura, la que nos llega de la Grecia clásica, de la Roma eterna…
La primera referencia a este untuoso y delicado manjar nos la ofrece el Gran Apicius en su obra “Dulces Caseros y Leche Agria”. Aquí se habla de una mezcla de huevo, leche y miel. También San Fortunato, patrón de cocineros y reposteros, cinco siglos después nos trae el flan en algunas de sus lisonjas.
No aparece, sin embargo, la dulce untuosidad en el “Libro de los Guisados 1529” del gran Ruperto Nola. Sí, en cambio, lo encontramos, en 1607, en el “Arte de la Cocina” de Hernández Macera. Y aquí la receta ya aparece con azúcar. Pero será José Maillet, en su “Manual del Confitero Moderno”, de 1851, el que nos legue una receta que parece haber sido heredada por todas nuestras abuelas, nuestras madres…
El flan que hoy os traigo es una receta sacada de uno de mis restaurantes favoritos de cocina casera de Madrid, La Montaña, en la calle Andrés Mellado 3, donde además de imponentes guisos asturianos encontramos este delicado goloseo.
La receta es una receta de flan clásico que perfumamos infusionando una ramita de romero en la leche, con mucho cuidado de no pasarnos al infusionar, ya que un exceso de aroma nos arruinaría la mezcla.
Ingredientes para el flan:
1 litro de leche.
1 decilitro de nata.
6 yemas de huevo.
2 huevos enteros.
16 cucharadas de azúcar (dos por huevo)




Ingredientes para el caramelo:
3 cucharadas de azúcar y unas gotas de agua.

La mezcla para el flan:
Calentamos la leche para infusionar el romero. En un bol, mezclamos a punto de espuma los dos huevos, las yemas y el azúcar. Sobre esta mezcla vertemos con cuidado y removiendo la leche ya tibia.


El Caramelo. En un cazo ponemos unas gotas de agua y las tres cucharadas de azúcar. Llevamos al fuego hasta fundir el azúcar y alcanzar un color dorado. En ese punto pondremos el caramelo en la flanera.

Una vez realizados la mezcla y el caramelo, vertemos la mezcla en la flanera y la ponemos al horno en baño maría durante 1 hora aproximadamente. Pasada la hora, sacamos del horno y dejamos enfriar. Esto es importante para que el flan al desmoldarlo no se nos abra. Podemos salsear con una crema que habremos realizado a partir de la mezcla destinada al flan.
 El resultado es un postre delicado y untuoso que, de alguna manera, forma parte de nuestra memoria del gusto más ancestral.


lunes, 30 de enero de 2012


CALDERETA DE COCHINILLO Y NÍSCALOS



Este es un plato poderoso, contundente, que nos acerca a dehesas, a bosques de pinos, a naturaleza de invierno. De la última temporada micológica he recuperado del congelador estos níscalos. Del norte de Extremadura el pimentón y los cuernicabras ahumados que acompañan el guiso. Un guiso donde el cochinillo o guarrito es la base principal junto a los lactarius deliciosus.


Ingredientes. Dos kilos de cochinillo, un kilo de níscalos, dos dientes de ajos, laurel, orégano, una cucharada de Pimentón de La Vera, pimientos secos, un decilitro de aceite Gata-Hurdes y un vaso de vino de la Sierra de Gata. 


Primero la limpieza de los níscalos y aquí cada maestrillo tiene su librillo. Comenzamos la elaboración del plato con el laminado de los preciados lactarius, picamos ajo y ponemos en una cazuela un buen chorreón de aceite. Utilizamos Aceite Virgen Extra Gata-Húrdes.
A este aceite en frío le ponemos los ajos y una hoja de laurel. Cuando comienzan a dorarse los ajos introducimos el cochinillo. Es el momento de añadir los níscalos. Ponemos a fuego medio el guiso.
En este punto introducimos los cuernicabras y el Pimentón de La Vera y un pellizco de orégano. Añadimos un vaso de verdejo de la Sierra de Gata. El guiso ya está en marcha. Ahora fuego lento.

Remover de vez en cuando con suavidad y esperar una hora el resultado un plato espectacular y lleno de sabores surgidos de las entrañas de la tierra.
Lo acompañamos con un tinto de las Bodegas Carabal, de Alía, Rasgos 2006, elaborado a base de Cabernet, Syrah y Tempranillo. Sin duda uno de los más apetitosos caldos de Ribera del Guadiana que podemos encontrar en tienda por 9 euros.
Estamos, sin duda, en uno de los mejores momentos de los vinos extremeños. Son muchas las referencias de gran calidad que ahora mismo están en el mercado. Quizás, eso sí, con un problema común a todas ellas, el precio, algún punto por encima de referencias similares de otras denominaciones, algunas de gran prestigio.